El Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga
Antonio Gisbert Pérez
Una de las obras que más impresionan dentro de los innumerables y valiosos fondos que conforman la pinacoteca del Museo del Prado es un cuadro de un alcoyano.
Se trata del pintor Antonio Gisbert Pérez y la obra lleva por título ‘Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga’.
Uno de los aspectos que más impresiona de la obra es sus grandes dimensiones pues nos encontramos con un óleo sobre lienzo con unas medidas de 390 centímetros, casi 4 metros de alto, por 601 centímetros, 6 metros, de ancho.
El cuadro está datado entre los años 1887 y 1888 y fue encargado al pintor alcoyano por el gobierno de Práxedes Mateo Sagasta, durante la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena –a quien va dedicado uno de los puentes de Alcoy, conocido popularmente como de Cervantes.
Se le encargó con un motivo claro: que sirviera a las generaciones futuras como ejemplo de lo que cuesta la lucha por la libertad y del elevado precio que muchas veces se ha de pagar por ella.
La obra representa el hecho histórico del fusilamiento del general José María de Torrijos y Uriarte, quien fue un militar y político español que destacó por su lucha contra el absolutismo de Fernando VII.
Primero esta lucha le costó la cárcel y el exilio, pero en su regreso a España junto a sesenta de sus más allegados para sublevarse y tras ser traicionado por el gobernador malagueño Vicente González, que le prometió en principio su apoyo, fue detenido en las playas de Málaga por las tropas absolutistas y sin juicio previo, ocho días más tarde, en el mismo lugar, fusilado junto a 48 compañeros de expedición a las once y media de la mañana.
Torrijos llegó a ser capitán general de Valencia, mariscal de campo y ministro de Guerra durante el Trienio Liberal, realizando el también conocido Pronunciamiento de Torrijos desde su exilio en Inglaterra, donde se refugió bajo el amparo del Duque de Wellington con quien luchó en la Guerra de la Independencia.
El cuadro de Gisbert es una composición efectista con un encuadre como el de una fotografía, como una instantánea del momento previo al fusilamiento del propio Torrijos. Es una obra maestra de la pintura histórica del siglo XIX.
Torrijos es la figura central aunque no esté en el centro. Asiendo sus manos están Francisco Fernández, ex ministro de Guerra, con los ojos ya vendados por un fraile y Flores Calderón. Junto a Flores están el coronel López Pinto, el oficial inglés Robert Boyd y Francisco Borja.
Delante de ellos hay ya una serie de cuerpos en el suelo víctimas de un fusilamiento previo, muy al estilo de Goya, y detrás el pelotón de fusilamiento a la espera de que los frailes acaben de atender a los sentenciados a muerte.
En los rostros de todos los protagonistas del cuadro se mezclan las expresiones de valentía y honor, desafiantes, al tiempo que no ocultan su tristeza y resignación ante sus últimos instantes de vida.
El cuadro estuvo en el Museo de Arte Moderno de Madrid hasta que en 1971 pasó al Museo del Prado.
Precisamente Antonio Gisbert fue director de este museo cinco años, de 1968 hasta 1873. Gisbert si bien nació en Alcoy en 1834 falleció en París en 1902.
Su labor se desarrolló en la etapa de transición entre el romanticismo y el realismo. Estudio en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y después en Roma y París.
Su pintura se centra en los grandes acontecimientos de la historia, representando los hechos con el máximo realismo dentro de sus ideas liberales. Así podemos englobar en esta corriente otras de sus obras como ‘Ejecución de los comuneros de Castilla’, ‘El rey Amadeo ante el cadáver del General Prim’, ‘Partida de Cristóbal Colón’ o el ‘Desembarco de los Puritanos en América’, entre otras muchas obras.