Ingeniería al servicio de la belleza.
Alcoy estaba creciendo a pasos agigantados a inicios del siglo XX y necesitaba un gran puente por el que cruzar de forma directa del Centro al extrarradio, hacia donde la población se iba expandiendo en esos años.
Los políticos de la época ya eran conscientes de que sería una construcción fundamental para el futuro de la ciudad y hoy 90 años después sigue siéndolo.
Dentro de los monumentos o construcciones que nadie puede perderse cuando visite Alcoy es este Pont de Sant Jordi, espléndida representación del ‘Art Decó’, uno de los primeros ejemplos de este arte que se dieron en España.
Hay numerosos lugares desde los que se puede ver la majestuosidad del puente y de sus tres arcos de medio punto centrales. Desde el cauce del río o desde un mirador desde la calle más cercana, son los más recomendados.
Además de su belleza arquitectónica, hay que valorar lo innovador de la construcción para la época, tanto en materiales como en su decoración.
El 1 de diciembre de 1925 se iniciaba su construcción. El proyecto tiene sus raíces en 1878 por parte del ingeniero Vilaplana, con un segundo intento en 1913, hasta que se consigue cristalizar el proyecto en febrero de 1924.
El arquitecto que se hizo cargo de esta gran obra de ingeniería fue Víctor Eusa Razquín, natural de Pamplona, una de las figuras centrales de la arquitectura navarra.
Entre sus obras destacar el edificio de la Kursaal de San Sebastián en 1920, el puente alcoyano entre 1925 y 1927 o el Casino Eslava de Pamplona en 1931 por citar algunos.
Los ingenieros que ayudaron a Víctor Eusa fueron Carmelo Monzón y Vicente Redón, con Alfonso Peña como supervisor, mientras que la empresa constructora fue Erroz y San Martín, gracias a la gestión del arquitecto local Vicente Pascual . Esta empresa también con sede en Pamplona, fue fundada en 1890 por Julio San Martín y Secundino Erroz.
Entre las obras de esta compañía encontramos muchas de las sedes del Banco de España, el edificio de Telefónica de Valencia, en su plaza del Ayuntamiento, o uno de los pabellones de la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929.
En Alcoy esta misma empresa llegó a realizar la base de la Escuela Industrial del Viaducto en 1923 y el quiosco de música de la Glorieta en 1927.
Si bien la obra se acabó en 1927 no es hasta 1931 cuando se inaugura en tiempos del alcalde Ramón Pérez, cuatro días antes de la proclamación de la Segunda República. El estreno del puente se realiza una vez finalizados los terraplenes de la parte que da al actual Hotel Reconquista y a la calle Santo Tomás.
Cuando se cumplen 90 años de su finalización, el Pont de Sant Jordi, conocido popularmente por ‘Puente nuevo’ por muchos puentes que se construyan posteriormente, se trata de un símbolo arquitectónico de la ciudad, su mejor carta de presentación.
En el pasado mes de septiembre se procedió a la rehabilitación de las balaustradas y se está a la espera de realizar el mismo proceso con la parte del tablero.
